Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 18, 7-16

7 Respondió el rey de Israel a Josafat: «Queda todavía un hombre por
quien podríamos consultar a Yahveh, pero yo le aborrezco, pues nunca me
profetiza el bien, sino el mal. Es Miqueas, hijo de Yimlá.» A lo
que
respondió Josafat: «No hable el rey así.»

8 Llamó el rey de Israel a un eunuco y le dijo: «Trae enseguida a
Miqueas, hijo de Yimlá.»

9 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada cual en
su trono, vestidos de gala, en la era que hay a la entrada de la
puerta de
Samaría, mientras que todos los profetas estaban en trance delante de ellos.

10 Sedecías, hijo de Kenaaná, se había hecho unos cuernos de hierro,
y decía: «Así dice Yahveh: Con estos acornearás a Aram hasta acabar con
ellos.

11 Y todos los profetas profetizaban del mismo modo diciendo:

«¡Sube contra Ramot de Galaad! Tendrás éxito. Yahveh la entregará en
manos del rey.»

12 El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le habló diciendo:

«Mira que los profetas a una voz predicen el bien al rey, procura
hablar
como uno de ellos y anuncia el bien.»

13 Respondió Miqueas “«¡Vive Yahveh, que lo que mi Dios me diga,
eso anunciaré!»

14 Llegó donde el rey; y el rey le dijo: «Miqueas, ¿debemos subir a
Ramot de Galaad para atacarla, o debo desistir?» Le respondió: «Subid,
tendréis éxito. Serán entregados en vuestras manos.»


15 Pero el rey le dijo: «¿Cuántas veces he de conjurarte a que no me
digas más que la verdad en nombre de Yahveh?»

16 Entonces él dijo: «He visto todo Israel disperso por los montes,
como ovejas sin pastor; Yahveh ha dicho: No tienen señor; que vuelvan en
paz cada cual a su casa.»